Estudio explica la salida de los vikingos de Groenlandia

Cuando Eiríkr Torvaldsson, también conocido como Erik el Rojo o Erik el Rojo, aterrizó en Groenlandia en 985, la isla, ahora controlada por Dinamarca, estaba dominada por enormes poblaciones de morsas, animales de piel gris con enormes colmillos. Marfil. Los vikingos, liderados por Erik, vivieron en ese territorio hasta el siglo XV, cuando desaparecieron repentinamente. Las razones de la desaparición han desconcertado a los investigadores durante siglos, pero un nuevo estudio puede haber terminado con el misterio, y el desequilibrio ambiental habría sido la razón del fin de la era vikinga en Groenlandia.

La tesis aparece en una encuesta publicada en enero en la revista Quaternary Science Reviews. Según la teoría, los vikingos que se asentaron en la isla cazaban morsas para apoderarse del marfil y venderlo en Europa continental. Sin control, la caza diezmó las poblaciones de animales, lo que habría hecho inviable la colonia vikinga en el territorio.

“Las mediciones de la cavidad de las presas muestran que las morsas cazadas al final de la vida de la colonia tendían a ser más pequeñas, un signo clásico de sobreexplotación”, dice James Barrett, arqueólogo de la Universidad de Cambridge y autor principal del artículo. La evidencia genética de restos de morsa en todo el territorio y los artefactos de exploradores encontrados más al norte sugieren que los vikingos se vieron obligados a viajar más y más lejos para encontrar marfil. “Poniéndolo todo junto”, dice Barrett, “deducimos el agotamiento de los recursos y viajamos más al norte hacia Groenlandia para cazar morsas”.

Mientras duró, el comercio de marfil fue una actividad lucrativa para los vikingos. Durante la Edad Media, el material fue muy buscado en Europa, donde se utilizó para la producción de artículos decorativos, cajas de joyería sofisticadas e incluso piezas de ajedrez y hnefatafl, un antiguo juego de mesa nórdico.

Los resultados de la investigación muestran la correlación entre los desequilibrios ambientales y económicos. Según Barrett, el valor del marfil de morsa se habría desplomado cuando el marfil de elefante se introdujo a gran escala en Europa alrededor del siglo XIII. también para contrarrestar la llegada de un producto que competía por el mismo mercado.

Los viajes al norte, cada vez más constantes, también se habrían producido bajo un escenario igualmente desafiante: el de la llamada Pequeña Edad de Hielo, que bajó las temperaturas en el extremo norte del planeta. Grandes desplazamientos, pérdidas económicas y frío extremo comenzaron a amenazar la actividad exportadora de marfil y también la propia supervivencia de los exploradores.

El asentamiento de los conquistadores duró hasta el período alrededor de 1500. Uno de los últimos registros escritos de los vikingos de Groenlandia es el registro del ritual de la boda cristiana en la iglesia de Hvalsy, que aún existe en la actualidad. Los historiadores creen que los últimos vikingos abandonaron la isla y se establecieron en Islandia, aunque, según una leyenda esquimal, los restos del asentamiento fueron atacados por piratas.

En 1540, una expedición islandesa a Groenlandia no encontró más señales de vida en la colonia, solo los restos de un hombre encapuchado, según el sitio web Earth Chronicles. Quizás ese fue el último vikingo en Groenlandia.

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